Mexican Society of Dermatology: current scenario 85 years after its foundation.
Dermatol Rev Mex. 2021; 65 (4): 467-468. https://doi.org/10.24245/dermatolrevmex.v65i4.6596
Alberto Ramos-Garibay
Presidente de la Sociedad Mexicana de Dermatología
Fundada en el año de 1938, es la Asociación Civil en Dermatología más antigua del país. Este año la Sociedad Mexicana de Dermatología, AC cumple 85 años de existencia. Al frente de ella 40 presidentes que me han antecedido. En la primera mitad desfilaron como presidentes grandes maestros, como los doctores Salvador González Herrejón, Fernando Latapí Contreras, Pedro Lavalle Aguilar, Concepción Estrada Silos, Amado Saúl Cano, Obdulia Rodríguez Rodríguez, Manuel Malacara De la Garza, Jorge Peniche Rosado, Eduardo Castro Bernal, Ramón Ruíz Maldonado y Guadalupe Ibarra Durán. Mención especial para el Dr. Ernesto Escalona Pérez y la Dra. Josefa Novales Santa Coloma, quienes han sido los únicos en ocupar la presidencia en tres ocasiones diferentes. A partir del decenio de 1980 y hasta la actualidad, este cargo lo han ocupado los doctores Octavio Flores Alonso, Roberto Arenas Guzmán, María Teresa Zambrano Díaz, Yolanda Ortíz Becerra, Norma Violante Morlok, Rafael Andrade Malabehar, Fermín Jurado Santa Cruz, Gisela Navarrete Franco, Vicente Torres Lozada, Patricia Mercadillo Pérez, María del Carmen Padilla Desgarennes, Jesús Manuel Ruíz Rosillo, Armando Medina Bojórquez, Rosa María Gutiérrez Vidrio, Aurora Elizondo Rodríguez y Angélica Beirana Palencia.
En todo este tiempo, la Sociedad Mexicana de Dermatología ha ganado, mantenido e incrementado prestigio y reconocimiento a nivel nacional y más allá de sus fronteras. Todo gracias a sus agremiados, quienes se caracterizan por mantener los principios de ética, buenas prácticas médicas y lealtad a esta institución. Aquí no tiene cabida el interés personal, sino colectivo. Las mesas directivas en general trabajan de manera autónoma para mejorar los servicios que ofrece la Sociedad para sus integrantes.
Ahora bien, el escenario actual que observo como presidente de la Sociedad Mexicana de Dermatología va dirigido a dos aspectos:
Primero, los avances tecnológicos. Hoy en día los recursos digitales con los que cuenta el ser humano para interrelacionarse son tan amplios y variados; que podría decirse que cubren prácticamente todas sus necesidades. Desafortunadamente, las cosas buenas siempre van acompañadas de una contraparte negativa. Es por eso que la Sociedad Mexicana de Dermatología no puede desbordarse ni precipitarse por el simple hecho de estar “a la moda” en el uso de aplicaciones, redes sociales, etc., pues existe quien haga mal uso de la información y la utilice con otros fines que dañen a la institución o a sus asociados. Los convenios que actualmente se hacen con diversas empresas requieren cada vez más un mayor cuidado para beneficio mutuo. Todos estos recursos son una buena herramienta para continuar desarrollando los objetivos de la Sociedad, pero se debe ser cauto para la toma de decisiones. Hoy por hoy, la Sociedad debe estar respaldada en el área legal, de contabilidad y de sistemas.
El otro aspecto es referente a sus nuevos asociados. Es por demás evidente que varios médicos buscan pertenecer a la Sociedad sólo para obtener puntos curriculares, pero no se comprometen y, al contrario, exigen qué más les ofrece sin preguntarse ¿acaso usted le ha aportado algo útil a su Sociedad más allá de la cuota monetaria de cada año para mantener la vigencia? Hay quienes solicitan su ingreso con trabajos de pobre calidad. Y no es que se exija un trabajo de excepcional investigación; no. Es suficiente un trabajo elaborado ya sea en institución o en la práctica privada que reúna el interés, la ética y lineamientos básicos de la práctica clínica o de investigación. Entre nuestros asociados existen profesores académicos, líderes de opinión, directivos de unidades médicas, que se combinan con quienes se dedican a la práctica privada. Esto hace un equilibrio que, como en todo, es bueno. Éstas son razones suficientes por las que la Sociedad solicita un mínimo de calidad para el ingreso de nuevos integrantes. La cantidad no es indispensable para la Sociedad.
Quienes ahora encabezamos esta noble institución nos consideramos (pienso yo) discípulos de los maestros que nos han encomendado la tarea de continuar con su labor.
Hoy más que nunca recuerdo las sabias palabras de mis maestros refiriéndose a la Sociedad: la Dra. Obdulia Rodríguez decía que las personas pasan, las instituciones y sus obras quedan. Y no todo lo nuevo es bueno. La Dra. Josefa Novales hacía énfasis en que aquí venimos a servir y no a ser servidos. El Dr. Pedro Lavalle decía que la Sociedad no se ofrece ni se subasta ante los demás para ingresar a ella; la Sociedad agrupa calidad y no cantidad.
Por lo que, aunque los estatutos de la Sociedad se han ido modificando con el fin de ser más amplios y acordes con los tiempos que se viven; su objetivo principal se mantiene: la promoción y difusión del conocimiento de la dermatología y sus subespecialidades; todo en favor de los intereses de las clases sociales más desprotegidas de nuestro país.
Apreciable dermatólogo ¿tiene usted el interés y el compromiso moral para pertenecer a nuestra Sociedad? Háganoslo patente y sea usted bienvenido. ¿Qué le ofrece la Sociedad Mexicana de Dermatología? En una época en la que nos adaptamos a una nueva forma de trabajar y vivir, provocada por los avances tecnológicos y hoy por la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, la Sociedad tiene más recursos, más herramientas, más profesores en áreas específicas como evaluador, facilitador, organizador, desarrollador y proveedor de información (de acuerdo con la formación pedagógica de la UNAM). Todo con el fin de hacerle llegar a sus agremiados los conocimientos y actualizaciones que tiene nuestra especialidad.
Recibido: junio 2021
Aceptado: julio 2021
Este artículo debe citarse como: Ramos-Garibay A. Sociedad Mexicana de Dermatología: escenario actual a 85 años de su fundación. Dermatol Rev Mex 2021; 65 (4): 467-468.