Onychomycosis and quality of life. Survey to patients with different socioeconomic levels
Dermatol Rev Mex 2017 enero;61(1):79-81.
Fierro-Arias L1, Cobos-Lladó D2, Torres-Haro J3, Arellano-Mendoza I4, Bonifaz A5
1 Cirujano dermato-oncólogo, consulta de onicopatías.
2 Residente de Dermatología.
3 Residente de Medicina Interna.
4 Jefa del servicio.
5 Departamento de Micología.
Servicio de Dermatología, Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, Ciudad de México.
Señores editores:
La onicomicosis es considerada la onicopatía más frecuente, representa de 18 a 50% de todas las enfermedades de las uñas y 30% de todas las infecciones micóticas cutáneas; su prevalencia en la población general se estima en 3 a 14%.1
Es un padecimiento que afecta primordialmente a la población adulta y representa entre 15 y 20% de la población de 40 a 60 años;2-4 afecta a gran parte de la población productiva, sobre todo en el ámbito laboral y, según la bibliografía que se revise, estas cifras pueden alcanzar incluso 41% en ese grupo de edad.4,5
Por largo tiempo la onicomicosis se consideró sólo un problema estético; sin embargo, esta percepción ha cambiado, porque, a pesar de ser una enfermedad que no amenaza la vida, sí reduce significativamente la calidad de vida de los pacientes en los entornos físico, social y emocional.1,5,6
Existen diversas comunicaciones en las que se demuestran diferencias estadísticamente significativas cuando se comparan pacientes con onicomicosis contra sujetos sanos; esto se aprecia en varios aspectos, como dolor local, percepción de la apariencia física, limitaciones funcionales en actividades cotidianas, como caminar o mantenerse de pie por largos periodos o, incluso, limitantes en sus actividades laborales, sobre todo en los trabajos que impliquen destrezas manuales y tacto fino. También se ve afectada la salud mental y las interacciones sociales.1,5,6
También se han demostrado diferencias entre las ocupaciones llamadas “de cuello blanco” (administrativos) y las “de cuello azul” (obreros); en estos últimos los síntomas son mayores probablemente por el trabajo físico que desempeñan.1
Cuando se comparan poblaciones de diferente nivel socioeconómico, encontramos mayor efecto en el entorno emocional en el nivel alto, mientras que en los pacientes con nivel menor, el efecto es más importante en el rubro de los síntomas físicos que ocasiona la enfermedad.6,7
Hasta el momento no contábamos con un estudio realizado en México en torno a la onicomicosis y la calidad de vida que pudiera ofrecer un panorama acerca de esta problemática y comparara diferentes estratos socioeconómicos.
Encuesta en nuestro medio
Se realizó una encuesta con 10 preguntas de las que 5 correspondían a aspectos físicos de onicomicosis y 5 a psicosociales. Se incluyeron 60 pacientes, 30 de hospital público y 30 de la consulta privada; todos debían padecer onicomicosis de las uñas de las manos, de los pies o ambos, y que su consulta fuese por ese motivo. Las interrogantes planteadas se extrajeron de varios estudios consultados acerca de onicomicosis y calidad de vida. El objetivo primordial fue comprobar el efecto de este padecimiento en una misma población, pero con condiciones sociales y económicas diferentes. Los resultados obtenidos se resumen en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Encuesta de onicomicosis y calidad de vida en consulta pública y privada |
||
Cuestionario |
Consulta pública (%) |
Consulta privada (%) |
Aspectos físicos |
||
1. Dolor en las uñas de los pies |
10 |
0 |
2. Dolor en las uñas de las manos |
15 |
0 |
3. Problema al caminar y mantenerse en pie |
10 |
5 |
4. Problema para cortarse las uñas |
90 |
85 |
5. Problema para realizar sus labores |
35 |
0 |
Aspectos psicosociales |
||
1. Las uñas le generan vergüenza |
25 |
85 |
2. Le molesta enseñar las uñas de las manos o de los pies |
40 |
100 |
3. Sensación de mala limpieza |
45 |
80 |
4. Interfiere con sus relaciones personales y profesionales |
15 |
90 |
5. Siente que puede ser causa de infección |
25 |
85 |
Este estudio involucra una muestra pequeña de población afectada; sin embargo, aporta resultados interesantes, entre los que destacan los siguientes: 1) respecto a los aspectos físicos, los dos grupos sólo coinciden en la dificultad en el corte y limpieza de las uñas; 2) hay marcadas diferencias en cuanto a la percepción de dolor en las uñas de los pies y problemas al caminar o mantenerse de pie; esto refleja que el primer grupo realiza más labores físicas, que su trabajo consiste en mantenerse más tiempo de pie o que requiere desplazarse mucho más; mientras que el segundo grupo, en general, incluye individuos que trabajan en oficinas, que requieren poco desplazamiento y que la mayor parte de sus actividades las realizan sentados o con poco movimiento. La pregunta 5 resume claramente este problema; encontramos marcada diferencia entre ambos grupos, pues en 65% de los pacientes del grupo 1 la onicomicosis interfiere físicamente con sus labores cotidianas, mientras que en el grupo 2 sólo se reveló en 15%. Esto es muy similar a lo reportado en la bibliografía en otras latitudes.5-7
En relación con los aspectos psicosociales, también se observaron diferencias entre ambos grupos; el grupo 2 reportó tener mayor efecto social, es decir, hay mayor preocupación por mostrar las uñas, la enfermedad genera más situaciones vergonzosas e interfiere de manera clara con las relaciones interpersonales; asimismo, hay más conciencia de que el padecimiento es de tipo infeccioso y que puede ser contagioso. Estos conceptos también son similares a lo descrito en otros estudios.6
CONCLUSIONES
En pacientes con condiciones socioeconómicas más bajas, son más importantes las alteraciones físicas que genera la onicomicosis, sobre todo relacionadas con el tipo de trabajo que desempeñan, ya sea en las uñas de las manos y en las de los pies. En contraste, en los pacientes con estratos socioeconómicos más altos, son más importantes los aspectos psicosociales y emotivos que genera la enfermedad.
REFERENCIAS
1. Milobratović D, Janković S, Vukicević J, et al. Quality of life in patients with toenail onychomycosis. Mycoses 2013,56:513-551.
2. André J, Achten G. Onychomycosis. Int J Dermatol 1987;26:481-490.
3. Scher RK. Onychomycosis: A significant medical disorder. J Am Acad Dermatol 1996;35:S2-S5.
4. Arenas R, Bonifaz A, Padilla MC, et al. Onychomycosis. A Mexican survey. Eur J Dermatol 2010;20:611-614.
5. Warshaw EM, Foster JK, Cham PM, et al. NailQoL: a quality-of-life instrument for onychomycosis. Int J Dermatol 2007;46:1279-1286.
6. Reich A, Szepietowski JC. Health-related quality of life in patients with nail disorders. Am J Clin Dermatol 2011;12:313-320.
7. Szepietowski JC, Reich A, Pacan P, et al. Evaluation of quality of life in patients with toenail onychomycosis by Polish version of an international onychomycosis-specific questionnaire. J Eur Acad Dermatol Venereol 2007;21:491-496.