
Dermatol Rev Mex. 2018 enero;62(1):42-47.
Fernández-Sánchez M, Guzmán-Herrera S
Servicio de Dermatología, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, Ciudad de México, México.
Resumen
El síndrome de las uñas amarillas se caracteriza por la tríada de alteraciones ungueales, manifestaciones respiratorias crónicas y linfedema. La patogenia se asocia con alteración de capilares linfáticos. El tratamiento es sintomático y se han prescrito dosis altas de vitamina E; el pronóstico es variable. A propósito de la baja frecuencia de esta entidad, comunicamos el caso clínico de una paciente afectada por el síndrome. Se trata de una paciente de 64 años de edad, quien refería alteraciones ungueales desde hacía 16 años, que habían sido tratadas en múltiples ocasiones con medicamento tópico y sistémico no especificado sin mejoría, por medio de cultivos se descartaron procesos infecciosos. Años después padeció derrame pleural y quilotórax de causa no determinada, así como linfedema. Se inició protocolo de estudio sin poder establecer la causa desencadenante, ingresó a terapia intensiva donde se estableció el diagnóstico de neumonía asociada con la atención sanitaria y se documentó derrame pleural bilateral (quilotórax), derrame pericárdico, hipertensión arterial pulmonar y disfunción diastólica, falleció al día siguiente por tromboembolia pulmonar. Nuestra paciente cumplió clínicamente con los criterios del síndrome de las uñas amarillas. La falta de sospecha clínica y la rara presentación de la enfermedad propiciaron el retraso en el abordaje y en el tratamiento, que llevó a complicaciones que tal vez podrían haber sido evitadas.
PALABRAS CLAVE: derrame pleural, linfedema.
Yellow nail syndrome: Does an early diagnosis modify outcome?
Dermatol Rev Mex. 2018 January;62(1):42-47.
Fernández-Sánchez M, Guzmán-Herrera S
Servicio de Dermatología, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, Ciudad de México, México.
Abstract
The yellow nail syndrome is characterized by nail deformities, chronic pulmonary manifestations and lymphedema. Abnormal lymphatic capillaries are the probable cause of the syndrome. Treatment is symptomatic and high doses of vitamin E has been prescribed. The prognosis is variable. Since this syndrome has a low incidence, we are presenting an affected patient, 64 year-old female, with a 16 year-history of non-infectious nail deformities, presented with pleura effusion, chylothorax and lymphedema of unknown etiology. Hospital-acquired pneumonia was documented and the patient developed bilateral pleural effusion, pericardial effusion, pulmonary arterial hypertension and diastolic heart failure. The patient developed pulmonary embolism that caused her death. Patient had the three nail yellow syndrome criteria. Lack of clinical suspicion, along with the non-frequent occurrence of this entity, led to delay in the approach, treatment and complications that perhaps could be avoided.
KEYWORDS: pleural effusion; lymphedema