Dermatol Rev Mex. 2025; 69 (4): 562-564. https://doi.org/10.24245/dermatolrevmex.v69i4.10633
Natalia Sánchez Olivo,1 Luz de María Castanedo Lara,2 Habib Chalita Joanny3
1 Médico pasante del servicio social, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), México.
2 Residente de tercer año de Pediatría, Hospital Regional de Alta Especialidad Ignacio Morones Prieto, San Luis Potosí, México.
3 Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), México.
Lavinia Fontana fue una pintora famosa del Renacimiento italiano que nació en Bolonia en 1552, hija de un pintor manierista. Desarrolló un estilo propio y adquirió renombre como retratista de la nobleza boloñesa. Posteriormente se trasladó a Roma, donde trabajó para la corte del Papa Pablo V, donde recibió numerosos honores. Entre sus pinturas más reconocidas está el retrato de Antonieta Gonsalvus, conservado en el Museé du Chateau, Blois (Francia). Este óleo sobre lienzo, de 57 x 46 cm (Figura 1), es un retrato inusual y extraño para muchos en la sociedad; muestra a Antonieta con un vestido elegante y expresión tierna, aunque con un evidente aumento de vello fino distribuido por su rostro y cuerpo, a excepción de las palmas. Esta característica es típica de la hipertricosis, también conocida como síndrome del hombre lobo, una afección que se manifiesta con crecimiento excesivo de vello en áreas no androgénicamente estimuladas.
El segundo cuadro, que representa a Petrus Gonsalvus (Figura 2), padre de Antonieta, muestra a un hombre con rasgos similares de hipertricosis, quien en el siglo XVI fue conocido como el “salvaje gentilhombre de Tenerife”. Su historia inspiró, en parte, el famoso cuento de La Bella y la Bestia. Se casó con una mujer parisina llamada Catherine, con quien tuvo varios hijos que adquirieron este mismo padecimiento, lo que indica un patrón hereditario autosómico dominante. Este caso fue el primero en documentarse en la historia de hipertricosis congénita generalizada.
La hipertricosis es una enfermedad rara que se distingue por un crecimiento excesivo de vello en áreas del cuerpo donde normalmente no aparece y no se relaciona con estimulación androgénica. Existen distintas formas clínicas, como la hipertricosis lanuginosa congénita, un tipo generalizado raro que se manifiesta desde el nacimiento con la persistencia de vello lanuginoso fino, sedoso y no pigmentado en la cara, el tórax, el abdomen, la espalda y las extremidades superiores e inferiores. Por lo general, este vello desaparece durante el tercer trimestre de gestación o en los primeros meses de vida, pero en personas con hipertricosis, el vello persiste desde el nacimiento y puede extenderse por todo el cuerpo –con una distribución que excluye típicamente las palmas y la plantas–, lo que resulta en alargamiento del vello, a menudo, de hasta 10 cm. El crecimiento es más abundante en cejas y pestañas, lo que produce una peculiar cara de mono. La afección clínica es variable y puede asociarse con diversas anomalías: retraso mental, defectos oculares, dentales y esqueléticos, entre otras.
Este tipo de hipertricosis no se vincula con la estimulación androgénica ni con alteraciones hormonales, y suele seguir un patrón de herencia autosómico dominante, como se sugirió en la familia Gonsalvus. La enfermedad puede generar un efecto psicológico importante debido a las alteraciones estéticas y sociales que conlleva.
En la actualidad se han reportado menos de 50 casos en la bibliografía; uno de los casos más emblemáticos de hipertricosis congénita lanuginosa es el de la familia Aceves, originaria de Loreto, Zacatecas, México. Esta familia ha sido objeto de atención internacional debido a que aproximadamente 30 de sus miembros tienen esta rara enfermedad genética. Su historia se ha documentado en medios internacionales, donde se expone cómo este padecimiento afecta no sólo la salud dermatológica, sino también la vida social y cultural de sus integrantes. En su comunidad, los miembros afectados han enfrentado estigmatización, pero también han desarrollado una identidad colectiva y una resiliencia notable frente a la adversidad.
Este caso mexicano aporta una perspectiva contemporánea y real al estudio de la hipertricosis, que permite vincular la representación artística histórica de la familia Gonsalvus con las experiencias vividas hoy día por personas con esta enfermedad en nuestro país. Además, subraya la importancia de un tratamiento integral que incluya apoyo médico, psicológico y social para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La obra de Lavinia Fontana, al plasmar la imagen de Antonieta Gonsalvus, permite una reflexión profunda de la percepción histórica y social de las enfermedades visibles y su repercusión en la dignidad humana. La hipertricosis lanuginosa congénita, además de ser un desafío clínico, invita a reconocer la necesidad de empatía y respeto hacia personas con afecciones dermatológicas visibles.
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6. Daud MP. Is this the true story behind “Beauty and the Beast”? Aleteia 2024. https://aleteia.org/en/2024/10/27/is-this-the-true-story-behind-beauty-and-the-beast
Este artículo debe citarse como: Sánchez-Olivo N, Castanedo-Lara LM, Chalita-Joanny H. La hija de la bella y la bestia: representación artística de la hipertricosis. Dermatol Rev Mex 2025; 69 (4): 562-564.