Dermatol Rev Mex. 2020 enero-febrero;64(1):50-57.
Socorro Isela Méndez-Baca,1 Rubí Rojas-Padilla,1 Eduardo David Poletti-Vázquez2
1 Dermatólogas fototerapistas. Clínica Dermatológica Isela Méndez, Ciudad de México, México.
2 Dermatólogo fototerapista, Universidades Autónoma de Aguascalientes y Cuauhtémoc, plantel Aguascalientes, Ags., México.
Resumen
ANTECEDENTES: La enfermedad de injerto contra huésped crónica se expresa más frecuentemente en la piel. La variante esclerótica tiene dificultad en su manejo porque las múltiples terapias sistémicas inmunosupresoras para curarla no siempre son efectivas y aumentan el riesgo de infecciones.
CASO CLÍNICO: Paciente masculino de 57 años de edad, en quien en enero de 2013 se estableció el diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda, de la que logró remisión completa después de tres ciclos de quimioterapia con el esquema HyperCVAD. Cinco meses después se realizó un trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas de donador vivo relacionado (hermano) como tratamiento de consolidación. Recibió tacrolimus y mofetil-micofenolato orales como profilaxis de enfermedad de injerto contra huésped crónica. Posteriormente se documentó infección por virus de Epstein-Barr (serología y PCR positivas), por lo que se suspendió tratamiento inmunosupresor. Diez meses después del trasplante el paciente inició con dolor osteomuscular generalizado, así como mucositis oral, genital y ocular, por lo que recibió tratamiento con cremas y colirios no especificados. Dos meses después inició con exulceración en la cara posterior del cuello, así como exantema maculo-papular en la cabeza y el tronco, permaneciendo sin cambios durante cuatro meses. Se estableció el diagnóstico de enfermedad de injerto contra huésped crónica.
CONCLUSIÓN: Se ilustra através de un caso con extensa esclerosis el manejo benéfico y buena tolerancia con fototerapia UVA asociada con psoraleno (PUVA) oral, que permitió el ahorro de otros tratamientos y sus efectos adversos concomitantes.
PALABRAS CLAVE: Enfermedad de injerto contra huésped; fototerapia; PUVA; leucemia linfoblástica aguda; trasplante alogénico.
Abstract
BACKGROUND: Chronic cutaneous graft-versus-host disease (GVHD) is most frequently expressed in the skin. The sclerotic type presents difficulty in its management, since the multiple immunosuppressive systemic therapies to improve it are not always effective and increase the risk of infections.
CLINICAL CASE: A 57-year-old male patient, in whom in January 2013 the diagnosis of acute lymphoblastic leukemia was established, which achieved complete remission after three cycles of chemotherapy with the HyperCVAD scheme. Five months later an allogeneic transplant of hematopoietic stem cells from related living donor (sibling) was performed as consolidation treatment. He received oral tacrolimus and mycophenolate oral as a prophylaxis of GVHD. Subsequently, Epstein-Barr virus infection (positive serology and PCR) was documented, so immunosuppressive management was discontinued. Ten months after the transplant, the patient started with generalized musculoskeletal pain, as well as oral, genital and ocular mucositis, for which he received treatment with unspecified creams and eye drops. Two months later he began with exulceration on the back of the neck, as well as maculo-papular rash on the head and trunk, remaining unchanged for four months. The diagnosis of graft disease against chronic host was established.
CONCLUSION: Through a case with extensive sclerosis, we illustrate the beneficial management and proper tolerance of UVA phototherapy associated with oral psoralen (PUVA), avoiding other therapies and their adverse concomitant effects.
KEYWORDS: Chronic cutaneous graft-versus-hist disease; GVHD; Phototherapy; PUVA; Acute lymphoblastic leukemia; Allogeneic transplant.