Dermatol Rev Mex. 2024; 68 (6): 841-846. https://doi.org/10.24245/drm/bmu.v68i6.10199
Luis Enrique Cano Aguilar,1 Nixma Eljure López,3 Ixtabay Ilizarriturri Flores,4 Clariza Infante Fernández2
1 Residente de Dermatología.
2 Adscrita de la División de Dermatología Pediátrica.
Hospital General Dr. Manuel Gea González, Ciudad de México.
3 Dermatóloga.
4 Patóloga.
Centro Dermatológico de Yucatán, Mérida, Yucatán, México.
Resumen
ANTECEDENTES: La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es una enfermedad febril causada por bacterias del género Rickettsia, trasmitida mediante la picadura de garrapatas en zonas endémicas. Esta infección se asocia con manifestaciones cutáneas diseminadas e inespecíficas. El proceso diagnóstico suele iniciar con una historia clínica detallada; sin embargo, la detección del microorganismo etiológico requiere estudio de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El tratamiento de elección es con antibióticos (tetraciclinas).
CASO CLÍNICO: Paciente femenina de 13 años, residente de Yucatán, quien manifestó una dermatosis diseminada, caracterizada por múltiples pápulas, placas y máculas eritematovioláceas con centro pálido, de bordes irregulares. Esta dermatosis inició posterior a picos febriles y dolor abdominal, de difícil control médico. De manera inicial, se solicitaron estudios séricos que evidenciaron leucopenia, plaquetopenia y reacción de Weil-Felix positiva (1:160). El estudio histopatológico fue concordante con el diagnóstico de rickettsiosis. Se confirmó el diagnóstico por PCR y la correlación clínico-patológica fue compatible con fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. Se inició tratamiento con 100 mg al día de doxiciclina durante 10 días y se documentó alivio clínico progresivo.
CONCLUSIONES: La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es una enfermedad de difícil diagnóstico clínico. En la actualidad existen múltiples pruebas diagnósticas para identificar al agente causal y el tratamiento con doxiciclina debe darse al momento de la sospecha clínica, con el objetivo de evitar complicaciones a corto y largo plazo.
PALABRAS CLAVE: Rickettsiosis; fiebre maculosa de las Montañas Rocosas; tetraciclinas; exantema.
Abstract
BACKGROUND: Rocky Mountain spotted fever is a febrile disease caused by bacteria of the genus Rickettsia, which is transmitted by tick bites in endemic areas. This infection is associated with disseminated and non-specific skin lesions. The diagnostic approach usually begins with a detailed medical history. Nevertheless, its diagnosis is confirmed by the identification of the etiological microorganism with the polymerase chain reaction (PCR). The antibiotic therapy with tetracyclines is the first line treatment for pediatric patients.
CLINICAL CASE: A 13-year-old female patient, resident of Yucatan, who went to the dermatology clinic for a disseminated dermatosis that was characterized by multiple erythematous maculae, papules and plaques with pale center and irregular borders. The dermatosis began after the onset of fever and abdominal pain that were difficult to manage. Initially, peripheral blood studies evidenced leukopenia and thrombocytopenia; a positive Weil-Felix reaction (1:160) was identified. Subsequently, a histopathological study was consistent with the diagnosis of rickettsiosis infection. The PCR confirmed the Rocky Mountain spotted fever diagnosis and thus treatment with doxycycline 100 mg daily was initiated and continued for 10 days with progressive clinical improvement.
CONCLUSIONS: Rocky Mountain spotted fever is a difficult disease to diagnose. There are currently multiple diagnostic tests to identify the causative agent. The initiation of doxycycline treatment should be performed at clinical suspicion to avoid short- and long-term complications.
KEYWORDS: Rickettsiosis; Rocky Mountain spotted fever; Tetracyclines; Exanthema.
Recibido: enero 2023
Aceptado: mayo 2023
Este artículo debe citarse como: Cano-Aguilar LE, Eljure-López N, Ilizarriturri-Flores I, Infante-Fernández C. Características clínicas e histopatológicas de la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas en un paciente pediátrico. Dermatol Rev Mex 2024; 68 (6): 841-846.