7th International Meeting of Chromoblastomycosis.
Dermatol Rev Mex 2018 marzo;62(2):185-187.
María Teresa Illnait-Zaragozí,1 Flavio Queiroz-Telles,2 Alexandro Bonifaz3
La Habana, Cuba, 6-8 de diciembre de 2017.
A más de 100 años de su descripción por primera vez, la cromoblastomicosis permanece entre los retos que enfrentan los profesionales de la salud. A pesar de que no ponen en riesgo la vida, los pacientes afectados sufren lesiones crónicas que limitan sus posibilidades laborales y sociales, requieren tratamientos prolongados y traen consigo una carga que es desestimada desde todos los puntos de vista. Hasta el momento, no se considera una enfermedad de declaración obligatoria y la mayor parte de los países no conocen su incidencia real. Estas razones hicieron que a finales de 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluyera en la lista de enfermedades tropicales desatendidas. De forma paralela, el Grupo de Trabajo en Cromoblastomicosis, bajo la égida de la Sociedad Internacional de Micología Médica y Animal (ISHAM por sus siglas en inglés), creó una red con el ánimo de favorecer el intercambio y la cooperación internacional en este tema particular. Hasta 2016 había organizado cuatro reuniones internacionales; las tres primeras en Brasil (Belem, Curitiba y Sao Luis) y la cuarta en Guangzhou, China.
Hace poco, por primera vez en la región del Caribe, se celebró en La Habana, Cuba, el 5º Simposio Internacional de Cromoblastomicosis. La reunión tuvo lugar en el marco de la celebración del 80 Aniversario del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, del 6 al 8 de diciembre de 2017. La reunión contó con la presencia de los líderes de la ISHAM, la Fundación Global de Acción contra las Infecciones Fúngicas (GAFFI por sus siglas en inglés), así como de otras sociedades y organizaciones comprometidas con esta temática. A la misma acudieron 62 delegados procedentes de Cuba, Brasil, México, Ecuador, China, India, Madagascar, Países Bajos, Inglaterra y Francia. Durante ésta, expertos mundiales en la clínica, el diagnóstico, la epidemiología, la inmunología, la patogenia y las tendencias actuales del tratamiento de esta entidad dictaron 24 conferencias que sirvieron de base para la actualización y discusión de dichos temas. Como colofón se desarrolló un taller con el propósito de condicionar la estrategia global de acción para el control de esta micosis. En primera instancia se acordó la definición de caso de cromoblastomicosis (pacientes con lesiones cutáneas y subcutáneas de tipo verrugosa, nodular o en placa de más de tres meses de evolución en las cuales se demuestre, mediante observación microscópica, la existencia de células muriformes) y se debatieron las líneas principales de trabajo para reducir su carga. En este sentido se espera que el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado tengan un efecto sustancial, por lo que se propuso:
1. Mejorar el índice de sospecha clínica y extender las capacitaciones en los métodos disponibles para el diagnóstico de la cromoblastomicosis.
2. Solicitar la incorporación de los antifúngicos genéricos clave para el tratamiento de esta micosis en la lista de medicamentos esenciales de la OMS.
3. Trabajar en estrecha colaboración con la OMS, sus oficinas regionales y las autoridades sanitarias locales en la estimación de la carga real que representa esta micosis en cada país y en el desarrollo de medidas para su prevención.
El desarrollo de esta reunión fue posible gracias al apoyo y trabajo mancomunado de muchos. Gracias a la ISHAM por los fondos financieros otorgados; a GAFFI, la oficina regional de la OMS-Habana, así como demás organizaciones y sociedades que dieron su apoyo de forma incondicional; al complejo Palacio de Convenciones/Hotel Palco, que sirvió de sede al encuentro, por la hospitalidad, dedicación y atención esmerada en cada momento; al personal de apoyo y a todos los que de una forma u otra contribuyeron con esta importante actividad, pero sobre todo a cada uno de los delegados por su invaluable presencia y todas las experiencias compartidas a lo largo del simposio. Nos despedimos con el compromiso de materializar las directivas y la esperanza de que todos los esfuerzos se reviertan en el mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes con cromoblastomicosis en la región y en el mundo.